Supuso el inicio de una dilatada historia de éxitos y, aún hoy, es un absoluto objeto de culto entre fans y aficionados al tuning: el VW Golf. Su primera versión, el Golf I, dio el paso del Escarabajo al Golf. En EE. UU., al principio se dio al modelo el nombre oficial de «Rabbit» (conejo), debido a su maniobrabilidad.
En 1974 se inició la producción en serie del Golf en la fábrica de Wolfsburg. Los faros redondos y los intermitentes integrados en el parachoques son los rasgos distintivos de este modelo. El «gnomo» (solo 370,5 cm de longitud y 161 cm de anchura) se hizo rápidamente un hueco como coche deportivo, cómodo y perfecto para el uso cotidiano. Pero, sobre todo, el GTI (las tres letras mágicas son las iniciales de «Gran Turismo Inyección») demostró ser un auténtico superdotado. Creado originalmente por los ingenieros de VW casi como un entretenimiento, nadie podía adivinar el éxito que alcanzaría. El último VW Golf I salió de la línea de producción en 1983.
Nuestras «llantas de culto» de RONAL son perfectas para este absoluto «coche de culto». Pero, sobre todo, la llanta RONAL R10 Turbo. De 15". Se distingue, ante todo, por su marcado carácter deportivo y, al igual que el Golf I, por su dilatada historia. En la década de 1980, RONAL empezó a modificar la codiciada llanta Racing, estrenada en la carrera de los 1000 km en el circuito Nürburgring, para adaptarlas a las exigencias de la carretera. Se trataba de una llanta de aluminio fundido de una sola pieza con una cara visible pulida al espejo de fácil cuidado. El nombre «Turbo» se debía a los radios que, en la parte interior de la llanta, garantizan un enfriamiento de los frenos especialmente bueno.
La R10 también se comercializa con el acabado de gran calidad «polished» (con pulido cerámico) y sin rotular. De este modo se continúa con el mito en este milenio a través de una variante acorde con su tiempo.
